LAS REGLAS DE ORO DE UN ARTE CLANDESTINO (Reglas del Graffiti)


Como toda actividad, la del graffiti tiene reglas. Aunque no escritas en códigos, contiene ciertas características que ningún creador de este arte clandestino puede ignorar o pasar por alto. De tal suerte que hacerse ver, ser original o tener una buena técnica no es suficiente para ser parte de este mundo; se requiere del reconocimiento, popularidad, lealtad, resistencia y lucha por ser cada vez el mejor. Para quienes lo ejercen existen tres reglas de oro, que junto con lo descrito organiza y da forma a un buen rayado, según un estudio realizado por la doctora española Ana María Vigara Tause, denominado "Pintadas en Madrid: Arte, Lenguaje, Comunicación".

La primera se denomina "Reconocimiento de Autoridad", que define los rasgos de lealtad para los graffiteros; donde todos tienen que jugar limpio para reconocer el puesto que cada uno ocupa en este mundo y no sentir envidia del que está arriba, que a su vez constituye un compromiso de no "putear" al que está abajo, en una especie de fraternidad bien conformada.

La regla dos es la "Jerarquización de lo Pintado", que se refiere a la dificultad y el tipo de material usado en una obra, donde una firma no puede ser borrada ni tachada para hacer otra; lo que en muchos casos origina pleitos callejeros de diferentes dimensiones, pero que permite hacer un graffiti encima de una "pota" -pinta de baja calidad- para mejorar el trabajo, así como plasmar una obra con spray encima de una pared con firmas y nunca sobre otro mural.

La tercera es sobre la "inviolabilidad del graffiti", cuyo desacato se transforma, en el cien por ciento de los casos, en una provocación abierta para desatar una batalla campal entre dos bandas, donde en ocasiones sucede la muerte de algún miembro de cualquier grupo y que pone de manifiesto una prohibición irrenunciable: nadie tiene derecho a tocar, tachar, superponer, emborronar o borrar un graffiti. Situación que a lo ojos de los demás es una muestra pura de vandalismo y delincuencia.

En México, invariablemente se cumplen estas reglas, sobre todo con exponentes del graffiti más avanzados o reconocidos; no obstante, cuando se trata de grupitos de novatos, sufren ciertas distorsiones que a la postre acaban por implantar nuevas formas de comportamiento y convivencia, pero que en esencia son las mismas.

Aquí la imagen donde tomé el articulo:

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